domingo, 28 de noviembre de 2010

POEMAS

Aprovechando la coyuntura climatológica que vivimos, les recomendamos la lectura de los siguientes poemas de Federico García Lorca y Octavio Paz.

Octavio Paz


Cantan las hojas,
bailan las peras en el peral;
gira la rosa,
rosa del viento, no del rosal.
Nubes y nubes
flotan dormidas, algas del aire;
todo el espacio
gira con ellas, fuerza de nadie.

Todo es espacio;
vibra la vara de la amapola
y una desnuda
vuela en el viento lomo de ola.

Nada soy yo,
cuerpo que flota, luz, oleaje;
todo es del viento
y el viento es aire siempre de viaje.

" LLUVIA "
Federico García Lorca


La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.

Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.

Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.

La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne.

El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales.

Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre.

Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.

¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes!

¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.

El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentagrama sin clave.

Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte.

¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante;
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje!

jueves, 18 de noviembre de 2010

NOVEDADES EN NUESTRA BIBLIOTECA

El libro, de cuidada edición y pionero en su formato, consta de dos partes bien diferenciadas. Una primera de carácter histórico-arqueológico, en la que se da a conocer la existencia de la enigmática cueva funeraria de las Mil Momias, en el Barranco de Herques, límite actual de los municipios sureños de Fasnia y Güímar, en Tenerife, y otra puramente narrativa en la que el relato de misterio y la vertiente científica dialogan a lo largo de trece capítulos.
En esta cueva se descubrió un conjunto numeroso de guanches momificados, seguramente el más relevante de cuantos se han hallado en el Archipiélago y cuyo eco sigue aún vivo entre los arqueólogos, historiadores y amantes del pasado.

viernes, 12 de noviembre de 2010

NOVEDADES EN NUESTRA BIBLIOTECA

Erika Ewald es una muchacha vienesa soñadora, con alma de artista, que enseña piano y que lleva una existencia rutinaria, sin secretos ni sorpresas, a no ser por los momentos que pasa con un joven violinista con quien comparte la pasión por la música. En El amor de Erika Ewald Zweig describe magistralmente las sutilezas de esta relación—una nueva "educación sentimental"—, con una mirada irónica y siempre atenta al juego de paradojas tensadas entre una vida que discurre anodina y la fuerza de unos sueños frustrados por el peso de la realidad.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

NOVEDADES EN NUESTRA BIBLIOTECA

Cuando la menorá (el candelabro de siete brazos del Templo de Salomón) es robado por los vándalos durante la caída de Roma, entre la comunidad judía cunde el desánimo. La menorá debe ser recuperada a cualquier precio. Se inicia, entonces, un peregrinaje legendario, que será también el combate secreto de la justicia contra el poder. Esta novela cuenta la historia de alguien que trata de proteger este objeto sagrado, uno de los símbolos más antiguos del judaísmo. Sucesivos avatares harán que el candelabro pase de mano en mano, alejándose cada vez más de sus legítimos dueños. Escrita con la minuciosidad a que nos tiene acostumbrados Zweig, en esa búsqueda se encuentran el sufrimiento y la perseverancia, en una historia en la que, al impulso de la leyenda, el amor acaba siendo protagonista.